Janira Sánchez, odontóloga: "Enjuagarte con agua después de cepillarte los dientes es como tirar por el desagüe todos los beneficios"
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Son muchos los usuarios que prestan especial atención a su higiene personal en su vida cotidiana. El cuidado del cuerpo nos permitirá mantenerlo limpio y libre de cualquier tipo de suciedad que pueda generar malestar. En este sentido, una de las partes que juega un papel muy importante es, sin duda, la higiene bucodental de la boca.
Cepillarnos los dientes después de cada comida, además de retirar los restos de alimentos que quedan pegados en la superficie de los mismos, nos ayuda a prevenir caries y enfermedades más graves que puedan poner en riesgo la integridad de nuestras piezas dentales. Por otro lado, también puede afectar al resto del organismo, en especial a nuestro sistema cardiovascular.
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Si bien hablamos de una práctica que realizamos diariamente, es posible que numerosos individuos no la efectúen correctamente. Así lo comparte la odontóloga Janira Sánchez a través de su perfil en Instagram, declarando que una de las costumbres más extendidas a la hora de lavarnos los dientes puede eliminar gran parte del efecto del cepillado. Se trata de enjuagarnos la boca con agua.
Por el bien de nuestros dientesEste hábito tan practicado puede perjudicar los efectos del cepillado. Y es que el agua que empleamos para enjuagarnos la boca elimina rápidamente los efectos del flúor que acabamos de aplicarnos con la pasta de dientes. Este componente se encarga de prevenir la formación de caries, así como fortalecer el esmalte de los mismos y aportar los minerales necesarios para una buena constitución.
La odontóloga pone de ejemplo otras prácticas donde, si empleamos agua tras aplicar la solución, como es el caso de los productos skincare, provocaremos que estos no funcionen como deberían. “Si te enjuagas con agua, estarás eliminando todos los principios activos que no deberían irse por el desagüe. Diría que este es el hábito que más me ha costado eliminar de mi rutina dental”, afirma la experta sobre esta costumbre higiénica.
Es por ello que, para enjuagarnos la boca tras un cepillado de dientes habitual, deberemos sustituir el agua por un colutorio con alto contenido en flúor. Gracias a ello, mantendremos nuestra boca protegida de cualquier agente indeseado mientras aplicamos a nuestra boca un toque refrescante que se complementará de manera ideal con nuestra pasta de dientes en una limpieza bucal efectiva.
El Confidencial